El mandarino, también conocido como Citrus reticulata, es un árbol frutal de la familia de las Rutáceas. Es originario de China y el sudeste asiático, pero actualmente se cultiva en diversas regiones del mundo, incluyendo España.
El mandarino es un árbol perenne que puede crecer hasta 6 metros de alto. Tiene hojas perennes de forma ovalada y puntiaguda, de color verde brillante. Las flores del mandarino son blancas y perfumadas, lo que atrae a las abejas para la polinización.
Para crecer, el mandarino necesita de un suelo bien drenado, con un pH ligeramente ácido, y con un riego regular. También requiere de abundante luz solar y temperaturas cálidas para prosperar. El clima ideal para el mandarino es subtropical o mediterráneo, con inviernos suaves y veranos calurosos.
En España, el mandarino se cultiva principalmente en la Comunidad Valenciana, Andalucía y Murcia, donde las condiciones climáticas son ideales para su crecimiento. Se cosechan los frutos a partir del otoño, hasta finales de invierno. Los frutos del mandarino, conocidos como mandarinas, son muy valorados por su sabor dulce, jugoso y fácil de pelar. Se consumen frescas, en jugos, mermeladas o como postres.
Concluyendo, el mandarino es un árbol frutal originario de Asia, que crece principalmente en climas subtropicales y mediterráneos. En España se cultiva en diversas regiones, y sus frutos son ampliamente utilizados para consumo fresco y diversos usos culinarios.