El heliotropo, o Heliotropium sp., es una planta herbácea perenne que pertenece a la familia Boraginaceae. Es originaria de América del Sur, pero se ha extendido a otras regiones del mundo, incluyendo Europa.
Esta planta crece principalmente en zonas cálidas y secas, como praderas, campos, y bordes de caminos. Tiene la capacidad de adaptarse a diferentes tipos de suelos, siempre y cuando tengan buen drenaje.
El heliotropo es una planta de pequeño tamaño, que puede alcanzar una altura de entre 30 y 50 centímetros. Sus hojas son de color verde oscuro, lanceoladas y cubiertas con un vello fino. Sus flores, por su parte, son pequeñas, de color violeta o lila, con forma de estrella y agrupadas en racimos.
Esta planta prefiere estar expuesta a pleno sol o a semisombra, y necesita riego moderado. Tolera bien las altas temperaturas, aunque no soporta las heladas. En cuanto al clima, el heliotropo se desarrolla mejor en climas cálidos y secos.
En España, el heliotropo se encuentra en regiones del sur, como Andalucía, así como en las Islas Canarias. Se puede encontrar creciendo de forma silvestre en terrenos baldíos, campos y márgenes de carreteras.
En cuanto a sus usos, el heliotropo es una planta ornamental que se cultiva por su belleza y aroma agradable. Sus flores son apreciadas por su capacidad para atraer a los insectos polinizadores, como mariposas y abejas. Además, algunas culturas han empleado esta planta con fines medicinales, ya que se le atribuyen propiedades antiinflamatorias y cicatrizantes. Sin embargo, es importante consultar a un experto antes de utilizarla con estos fines, ya que puede ser tóxica en grandes cantidades.