Orella d’onso (Ramonda myconi)

Orella d’onso (Ramonda myconi)

Orella d’Onso Ramonda myconi, también conocida como «oreja de oso» o «oreja de oso pirenaica», es una planta perenne perteneciente a la familia Gesneriaceae.

Es nativa de las regiones montañosas de Europa, especialmente en los Pirineos.

Esta planta tiene una forma compacta y crece en forma de roseta.
Sus hojas son carnosas, de forma ovalada y tienen un color verde oscuro brillante. Las hojas están cubiertas por una fina capa de pelos que les da una apariencia aterciopelada.

Las flores de la Orella d’Onso son de color violeta o azul claro, y tienen forma de trompeta. Crecen en tallos largos y delgados que emergen del centro de la roseta de hojas. Las flores son hermafroditas, lo que significa que tienen tanto órganos masculinos como femeninos.

Esta planta se encuentra principalmente en hábitats rocosos y húmedos, como grietas de rocas y acantilados.

Es una especie resistente que puede soportar condiciones extremas, como temperaturas bajas y sequías.

En cuanto a su cultivo, la Orella d’Onso se puede cultivar en macetas o en jardines rocosos. Prefiere suelos bien drenados y ligeramente ácidos.

Es importante proporcionarle un riego regular, pero evitando el encharcamiento.
Respecto a la temperatura, esta planta prefiere climas frescos y puede tolerar temperaturas de hasta -10°C.

En cuanto a sus propiedades medicinales, la Orella d’Onso se ha utilizado tradicionalmente en la medicina popular para tratar problemas respiratorios, como la tos y el asma.
Además se ha utilizado como diurético y para tratar problemas digestivos.

No obstante, es muy importante tener en cuenta que no existen estudios científicos que respalden estas propiedades medicinales, por lo que se recomienda consultar a un profesional de la salud antes de utilizarla con fines medicinales.

La Orella d’Onso Ramonda myconi es una planta perenne de forma compacta, con hojas carnosas y flores violetas o azules.

Es nativa de las regiones montañosas de Europa y se encuentra en hábitats rocosos y húmedos.
Se puede cultivar en macetas o jardines rocosos, preferentemente en suelos bien drenados y ligeramente ácidos. No se ha demostrado científicamente sus propiedades medicinales, pero se ha utilizado tradicionalmente para tratar problemas respiratorios y digestivos.

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