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La Polígala o Polygala myrtifolia es un arbusto perenne perteneciente a la familia Polygalaceae. Esta planta es originaria de Sudáfrica, donde crece de forma natural en zonas costeras, dunas y bosques abiertos.
La Polígala es un arbusto de tamaño mediano que puede alcanzar una altura de 1 a 2 metros. Tiene un crecimiento compacto y redondeado, con ramas delgadas y hojas pequeñas y lanceoladas de color verde brillante. Las flores de la Polígala son pequeñas, de color rosado o morado, y aparecen en racimos densos en la primavera y el verano.
Esta planta prefiere crecer en suelos bien drenados y ligeramente ácidos, y necesita de pleno sol para desarrollarse correctamente. La Polígala es resistente a la sequía una vez establecida, pero se beneficia de riegos regulares durante los periodos secos. En cuanto al clima, prefiere climas cálidos y templados, y es resistente a las heladas ligeras.
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En España, la Polígala puede encontrarse en jardines y parques de la costa mediterránea, especialmente en zonas costeras donde el clima es más suave. También puede cultivarse en macetas, aunque es importante proporcionarle un buen drenaje para evitar encharcamientos.
La Polígala es una planta muy valorada por su atractiva floración y su resistencia a la sequía, por lo que se utiliza comúnmente en jardinería ornamental. También se ha utilizado en la medicina tradicional para tratar problemas respiratorios y afecciones de la piel, aunque su uso con este fin debe ser supervisado por un profesional de la salud.
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