El jalón, también conocido como jazmín amarillo o jazmín de Arabia, es una planta trepadora originaria de Asia y África. Pertenece a la familia de las Oleáceas y su nombre científico es Jasminum sambac.
Forma y tamaño: El jalón es una planta trepadora que puede alcanzar una altura de hasta 3 metros. Sus tallos son delgados y flexibles, lo que le permite trepar y enredarse en estructuras o soportes.
Hojas y flores: Las hojas del jalón son perennes, de forma ovalada y de color verde oscuro brillante. Las flores son pequeñas, de forma estrellada y de color blanco o amarillo. Tienen un aroma dulce y suelen florecer durante la primavera y el verano.
Hábitat: El jalón se encuentra de forma natural en regiones tropicales y subtropicales de Asia y África. Se cultiva en países como India, Filipinas, Tailandia y Arabia Saudita.
Cultivo: El jalón se puede cultivar tanto en macetas como en el suelo. Prefiere suelos bien drenados y ricos en materia orgánica. Se recomienda ubicarlo en lugares con buena iluminación, aunque también tolera la sombra parcial. Es importante proporcionarle un soporte para que pueda trepar y enredarse.
Cuidados: El jalón requiere de riego regular, especialmente durante los meses más calurosos. Se debe evitar el encharcamiento del suelo, ya que puede provocar la pudrición de las raíces. Se recomienda fertilizar la planta cada dos semanas durante la temporada de crecimiento.
Temperatura y agua: El jalón prefiere climas cálidos y húmedos. La temperatura ideal para su crecimiento oscila entre los 20 y 30 grados Celsius. Es importante mantener el suelo ligeramente húmedo, evitando tanto el exceso como la falta de agua.
Propiedades medicinales y otros usos: El jalón se utiliza en la medicina tradicional para tratar problemas de la piel, como erupciones y quemaduras leves. También se le atribuyen propiedades relajantes y se utiliza en la aromaterapia. Además, sus flores se utilizan en la elaboración de perfumes y aceites esenciales.