La cola de caballo o Equisetum sp. es una planta herbácea perenne que se encuentra en la familia Equisetaceae. Es una planta primitiva que se encuentra en todo el mundo, pero prefiere hábitats húmedos y pantanosos, así como suelos ricos en minerales.
Tiene su origen en el período Carbonífero, lo que la convierte en una de las plantas más antiguas del planeta. Es conocida por su distintiva apariencia de tallos huecos y segmentados que recuerdan a la cola de un caballo, de ahí su nombre común.
Las hojas de la cola de caballo son de color verde brillante y estrechas, y están dispuestas en anillos alrededor de sus tallos. La planta puede crecer hasta alcanzar alturas de 1 a 2 metros, y se reproduce a través de esporas que se encuentran en sus conos.
La cola de caballo es conocida por ser rica en sílice, lo que le confiere propiedades medicinales. Se utiliza en forma de infusión o tintura para fortalecer el cabello, las uñas y los huesos, así como para tratar problemas de la piel y las vías urinarias.
Esta planta prefiere suelos húmedos y sombríos, por lo que es común encontrarla en bosques, praderas húmedas y márgenes de ríos. En España, la cola de caballo se encuentra en regiones con un clima húmedo y fresco, como en zonas montañosas del norte y noroeste del país.
Podemos decir que la cola de caballo es una planta primitiva que se encuentra en hábitats húmedos y pantanosos, con propiedades medicinales debido a su contenido de sílice. Es importante mencionar que su uso medicinal debe ser supervisado por un profesional de la salud, ya que puede tener efectos adversos si se consume en grandes cantidades.