La Correhuela menor o Convolvulus arvensis es una planta herbácea perteneciente a la familia de las Convolvulaceae. Es una planta rastrera que crece en terrenos arados, campos de cultivo, bordes de caminos y cunetas. Es originaria de Europa y Asia, pero actualmente se encuentra distribuida en casi todo el mundo.
Esta planta se caracteriza por tener tallos delgados y flexibles que crecen en forma de enredadera, alcanzando una longitud de hasta 1 metro. Sus hojas son lanceoladas y verdes, con forma de flecha en la base y estrechándose en el ápice.
La Correhuela menor prefiere suelos secos y bien drenados, con pleno sol o semi-sombra. Es una planta resistente que puede crecer en una amplia gama de suelos, siempre que no sean demasiado húmedos. Tolera tanto suelos ácidos como alcalinos.
En cuanto al clima, la Correhuela menor prefiere climas templados y cálidos, pero puede resistir condiciones más frías si se encuentra protegida.
En España, la Correhuela menor crece principalmente en el centro y sur del país, así como en las islas Baleares.
En cuanto a sus usos, esta planta puede ser considerada una mala hierba en los cultivos, ya que puede competir con las plantas cultivadas por los nutrientes y el espacio. Sin embargo, en algunas culturas se ha utilizado con fines medicinales, ya que se le atribuyen propiedades antiespasmódicas y laxantes. También se ha utilizado como planta ornamental en algunos jardines.