El árbol del amor, también conocido como Cercis siliquastrum, es un árbol de la familia Fabaceae que se caracteriza por sus llamativas flores rosadas, que aparecen en racimos en las ramas desnudas antes de que aparezcan las hojas. Es conocido por su nombre común, árbol del amor, debido a su belleza y atractivo ornamental.
El árbol del amor es originario de la región mediterránea, donde crece en terrenos calcáreos y suelos secos. Es común encontrarlo en laderas, márgenes de bosques, y terrenos despejados y soleados.
Se trata de un árbol de tamaño mediano que puede alcanzar una altura de hasta 10 metros. Sus hojas son caducas, de forma ovalada y de un color verde intenso. En otoño, adquieren tonalidades amarillas antes de caer.
El árbol del amor es resistente y de fácil cultivo, prefiere suelos bien drenados y exposiciones soleadas. No requiere cuidados especiales una vez establecido, y es capaz de tolerar cierta sequedad en el suelo.
En cuanto al clima, el árbol del amor prefiere climas templados y mediterráneos, aunque puede resistir heladas ligeras.
En España, el árbol del amor es común en muchas zonas del país, especialmente en la región mediterránea y en el sur. Se puede encontrar en parques, jardines y zonas urbanas, donde su atractivo ornamental lo convierte en un árbol popular.
El árbol del amor tiene varios usos, siendo principalmente cultivado por sus atractivas flores. Además, su madera es de buena calidad y se utiliza en ebanistería y carpintería. También se le atribuyen propiedades medicinales, y en algunos lugares se utilizan partes de la planta con fines terapéuticos.