La Falsa Jacaranda, también conocida como Jacaranda cuspidifolia, es una planta de la familia Bignoniaceae. Es originaria de México y América Central, pero también se puede encontrar en algunas zonas de América del Sur.
Se trata de un árbol de tamaño mediano que puede alcanzar una altura de 10 a 15 metros. Posee un tronco recto y ramas extendidas que crean una copa redondeada. Sus hojas son compuestas y pueden ser caducas o perennes, dependiendo de las condiciones climáticas. Tienen forma lanceolada y bordes serrados.
La Falsa Jacaranda prefiere crecer en suelos bien drenados y ricos en nutrientes, aunque puede tolerar diferentes tipos de sustrato. Necesita una exposición a pleno sol para crecer adecuadamente, y es resistente a periodos cortos de sequía. Prefiere un clima cálido, por lo que es capaz de soportar heladas ligeras, pero no tolera bien las temperaturas extremadamente bajas.
En España, la Falsa Jacaranda se puede encontrar en regiones de clima mediterráneo, como Andalucía, Murcia y la Comunidad Valenciana. Suele crecer en parques y jardines, así como en zonas urbanas, gracias a su atractiva floración.
La Falsa Jacaranda es apreciada por su hermosa floración, que se produce durante la primavera. Sus flores son de color lila o morado y forman racimos en las puntas de las ramas, creando un espectáculo visual impresionante. Además, es una planta muy utilizada en jardinería debido a su follaje atractivo y su capacidad para atraer a mariposas y otros polinizadores.