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El algarrobo, también conocido como Ceratonia siliqua, es un árbol de la familia de las leguminosas que crece en zonas mediterráneas y subtropicales. Su origen se encuentra en la región del Mediterráneo y Oriente Medio.
Este árbol puede alcanzar una altura de hasta 10 metros, con un tronco grueso y ramas extendidas. Las hojas del algarrobo son perennes y de un color verde brillante, con forma de hoja de laurel.
El algarrobo es una planta muy resistente que puede crecer en diferentes tipos de suelo, siempre y cuando sean bien drenados. Necesita una exposición a pleno sol para crecer saludablemente. Es capaz de soportar periodos de sequía, aunque prefiere zonas con un clima templado y mediterráneo.
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En España, el algarrobo crece principalmente en las regiones de Andalucía y Valencia, donde el clima mediterráneo y subtropical le brinda las condiciones ideales para su desarrollo.
El algarrobo es conocido por sus frutos, las algarrobas, que son similares en apariencia a las vainas de los guisantes. Estas algarrobas son usadas para la producción de harina de algarroba, un ingrediente utilizado en la alimentación y la industria cosmética. Además, la madera del algarrobo es apreciada en la fabricación de muebles y artesanías. Concluyendo, el algarrobo es una planta versátil y de gran utilidad para diversas industrias.
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