La Rosa de China, también conocida como Hibiscus rosa-sinensis, es una planta ornamental popular que pertenece a la familia Malvaceae. Es originaria de Asia, específicamente de China, Taiwán y la India, y se cultiva en muchos países tropicales y subtropicales alrededor del mundo.
Es un arbusto perenne que puede crecer hasta 3 metros de altura, con ramas delgadas y grandes flores llamativas de colores brillantes, como rojo, rosa, naranja o amarillo. Las hojas son grandes, de color verde oscuro y brillante, con bordes aserrados.
La Rosa de China prefiere crecer en lugares con mucha luz solar directa y en suelos bien drenados y ricos en nutrientes. Necesita riego regular y suelo ligeramente ácido para prosperar. Además, es una planta resistente al calor y la sequía, pero es sensible a las heladas.
Esta planta tropical se adapta mejor a climas cálidos y húmedos, tolerando temperaturas entre 10 y 32 grados Celsius. En España, la Rosa de China crece fácilmente en regiones como Andalucía, las Islas Canarias y algunas partes de la costa mediterránea.
La Rosa de China tiene diversos usos, como la decoración de jardines, parques y espacios públicos debido a su atractiva floración. Además, sus flores y hojas se utilizan en la medicina tradicional china y otras culturas para hacer infusiones con fines medicinales. También se emplea en la elaboración de productos cosméticos y en la industria textil.
Podemos decir que la Rosa de China o Hibiscus rosa-sinensis es una planta tropical atractiva y versátil que requiere cuidados específicos para prosperar, y tiene una amplia gama de aplicaciones en jardinería, medicina y otras industrias.