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El laurel, también conocido como Laurus nobilis, es una planta perenne que pertenece a la familia de las Lauráceas. Es originario de la región del Mediterráneo y crece de forma natural en países como Grecia, Turquía y las Islas Canarias.
Es un arbusto o árbol pequeño que puede alcanzar una altura de hasta 10 metros. Tiene hojas ovaladas, gruesas y coriáceas, de un color verde brillante. Las flores son pequeñas y de color amarillo pálido, y producen bayas de color negro que se utilizan para la elaboración de aceite esencial.
El laurel es una planta resistente que prefiere suelos bien drenados y con buen nivel de humedad. Se adapta bien a diferentes tipos de suelos, siempre y cuando no sean excesivamente secos. Necesita ser plantado en un lugar soleado o con sombra parcial.
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Prefiere un clima cálido y húmedo, por lo que es común encontrarlo en zonas costeras o en regiones con inviernos suaves. En España, el laurel crece de forma natural en la región de Andalucía, especialmente en la provincia de Cádiz.
El laurel es una planta muy apreciada por sus usos culinarios, ya que sus hojas se utilizan para condimentar distintos platos, como guisos, sopas, salsas y marinadas. Además, sus hojas son comúnmente utilizadas en la preparación de ramos aromáticos y coronas para ocasiones especiales. También se le atribuyen propiedades medicinales y se utiliza en la elaboración de productos cosméticos y aceites esenciales.
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