Drácena de jardín o Cordyline australis

La Drácena de jardín, también conocida como Cordyline australis, es una planta perenne de la familia Asparagaceae. Esta planta es originaria de Australia, Nueva Zelanda y algunas islas del Pacífico. Es comúnmente utilizada como planta ornamental en jardines y parques debido a su atractivo aspecto.

La Drácena de jardín es un árbol que puede llegar a medir entre 3 y 10 metros de altura, con un tallo delgado y ramificado. Tiene una forma similar a un pequeño palmera, con hojas largas y estrechas que crecen en forma de roseta en la parte superior de los tallos. Las hojas son de color verde intenso y pueden presentar bordes rojizos en algunas variedades.

Esta planta prefiere suelos bien drenados y se adapta a diferentes tipos de suelo, desde los arenosos hasta los arcillosos. Necesita una exposición soleada o parcialmente sombreada y debe ser regada moderadamente, evitando el encharcamiento del suelo. Es resistente a la sequía y puede sobrevivir en condiciones de poca agua.

La Drácena de jardín requiere de un clima templado, ya que es sensible a las heladas. Se desenvuelve mejor en climas suaves y cálidos, aunque puede tolerar breve exposición a temperaturas bajas.

En España, la Drácena de jardín se puede encontrar en zonas de la costa mediterránea, las Islas Canarias y algunas zonas del sur de la Península Ibérica, donde el clima es más cálido y suave.

Esta planta es ampliamente utilizada con fines decorativos en jardines y parques, tanto en macetas como en suelo directo. Su atractivo follaje aporta color y textura a los espacios exteriores, y es una opción popular para crear setos o barreras naturales. También se puede utilizar como planta solitaria o para realzar zonas con poca vegetación.

 

 

 

 

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