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La Correhuela o Convolvulus althaeoides es una planta herbácea perteneciente a la familia Convolvulaceae. Se trata de una planta anual que crece en terrenos baldíos, campos abandonados, viñedos y huertos.
Su origen es europeo y se encuentra principalmente en la región mediterránea. Esta planta se caracteriza por sus flores en forma de embudo, generalmente de color rosa o blanco, y sus hojas lanceoladas de un color verde intenso.
La Correhuela prefiere suelos secos y con buen drenaje, y puede crecer en condiciones de pleno sol o sombra parcial. Es una planta resistente que se adapta a una amplia variedad de suelos, desde arenosos hasta arcillosos.
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En cuanto al clima, la Correhuela prefiere climas templados a cálidos, por lo que es común encontrarla en zonas con inviernos suaves y veranos calurosos.
En España, la Correhuela se puede encontrar en todas las regiones, especialmente en el centro y sur del país. Se ha adaptado bien a diferentes tipos de suelos y climas, por lo que es una planta común en diferentes entornos.
A pesar de que la Correhuela es considerada una planta invasora en algunos lugares, también tiene usos medicinales. La raíz de esta planta se ha utilizado en la medicina tradicional como purgante y para tratar problemas de la piel. Sin embargo, se debe tener precaución al manipularla, ya que su consumo en grandes cantidades puede ser tóxico.
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