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La Acacia de Constantinopla, también conocida como Árbol de la Seda o Albizia julibrissin, es un árbol perteneciente a la familia de las leguminosas.
Se origina en Asia, concretamente en Persia, aunque actualmente se encuentra en muchas regiones tropicales y subtropicales del mundo. Es conocida por su belleza ornamental, con flores rosadas y follaje verde que le dan un aspecto exótico.
Tiene hojas bipinnadas, es decir, compuestas por múltiples hojitas pequeñas que le dan un aspecto plumoso. El tronco es de color gris claro y tiene una corteza lisa. Puede alcanzar alturas de hasta 12 metros.
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La Acacia de Constantinopla prefiere suelos bien drenados y ligeramente ácidos. Necesita luz solar directa para crecer correctamente y es resistente a la sequía. Es importante protegerla de las heladas, ya que es una planta sensible a las bajas temperaturas.
En cuanto al clima, prefiere climas cálidos y templados, por lo que se adapta bien a zonas costeras y de clima mediterráneo. En España, se puede encontrar en la región mediterránea, Andalucía y las Islas Canarias.
La Acacia de Constantinopla se utiliza principalmente como árbol ornamental en parques y jardines, gracias a su floración colorida y su follaje delicado. También se cultiva por su madera, que es ligera y resistente, y en algunos lugares se aprovechan las flores para producir miel.
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